El boleto está asegurado, así que Lionel Messi puede poner ya la mirada en el gran reto de su vida: ganar en 2014 con Argentina el Mundial de fútbol en la casa del archirrival, Brasil. La Selección argentina obtuvo la clasificación de la mejor manera posible y el sueño del tercer título mundial parece cada vez más cerca y posible.
Los nombres son casi los mismos que en la frustrada aventura sudafricana, pero esta vez el técnico Alejandro Sabella dotó de continuidad, identidad y confianza a un grupo estable y supo darle a al rosarino el lugar que hace tiempo rogaba para desplegar la magia que desde hace años asombra en Barcelona.
De la mano de Sabella, Messi creció, su capitanía se llenó de sentido y encontró la libertad para moverse, asistir y convertirse en el máximo artillero de las eliminatorias sudamericanas junto al uruguayo Luis Suárez, con 10 goles cada uno.
Un ídolo maduro
Pudo así por fin conquistar a sus compatriotas, que volvieron a llenar los estadios y a corear su nombre con admiración, luego de tantos años de indiferencia hacia la "Pulga" que creció en Rosario pero desde muy joven se exilió en el fútbol español.
Argentina llegará a Brasil 2014 con Messi en su madurez como jugador y aunque sus recientes lesiones asomen como una amenaza, el próximo Mundial podría ser su gran oportunidad para ganar el único título que le falta y cumplir su gran asignatura pendiente para sellar con honores el título de mejor jugador del mundo.
La Selección tiene un poder de ataque exquisito con Messi, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero y Ángel Di María. Velocidad, complicidad y arte se tradujeron en 30 goles convertidos en 14 partidos de eliminatorias jugados. Encontró en Fernando Gago y Javier Mascherano dos hábiles armadores de juego y comenzó a fortalecer la defensa que desde años era su principal punto débil.
Balance positivo
Sabella, que cumplió dos años al frente del equipo, cuenta además con una nutrida cantera de futbolistas para ensayar cambios cuando las lesiones o las sanciones le quitan figuras. "Fue creciendo, se fue armando un grupo muy bueno, que se lleva bien fuera del campo y lo demuestra adentro", afirmó el entrenador tras la goleada 5-2 a Paraguay que selló la clasificación argentina.
Sabella celebró la sintonía que supo generar en un grupo de grandes estrellas individuales. "Creo que los jugadores lo están entendiendo, se sacrifican y el juego es solidario. Siempre tenemos que pensar que tenemos cosas para corregir: hay que tratar de consolidar lo bueno que hacemos y mejorar los aspectos que consideramos que son dignos de ser mejorados", resumió.
Messi eligió el mismo bajo perfil. "Vamos por buen camino, pero todavía nos falta para seguir mejorando y llegar al Mundial de la mejor manera. Para ser campeones del mundo todavía nos faltan muchas cosas", aseguró.
Y se resistió a cortar la racha de 35 partidos consecutivos con la camiseta albiceleste, pese a que Barcelona podría pedirle a Sabella que no lo convoque para los últimos dos partidos de Eliminatorias, ahora que ya está asegurado el pasaje a Brasil. "Como siempre, quiero estar, sea en el club o en la selección. Creo que voy a estar", aclaró.